¡Vete ya!

Posted: 26 August, 2015 in 2015
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 Te despiertas con el ruido insoportable del despertador.

Lo apagas.

—Quince minutos— me pides.

El cansancio. La flojera. No puedes vencerlos. No debiste acostarte tan tarde anoche, David. Te lo advertí. Me escuchaste, pero no me hiciste caso. Relájate. Te doy quince minutos pero ni uno más. Ayer me dijiste lo mismo y mira, dormiste hasta las ocho y no te paraste para salir a trotar. Sabes que el deporte te gusta. Que te hace sentir bien por el resto del día. Si no haces ejercicios, luego te arrepientes.

—Ya cállate—me dices—. Que te deje en paz esos quince minutos.

¿No lo escuchas? Es otra vez tu despertador. ¡Ponte las zapatillas y sal!

Te levantas.

Los pies te pesan casi como los latidos del corazón.

Te miras al espejo. Te peinas esos crespos alborotados. Te lavas la cara. Te vistes. Te vienen unas ganas terribles de regresar a la cama. Hace frío allá afuera, lo sé. Mucho frío. Y tu cama está tan calientita.

Ya, David. Déjate de estupideces y pretextos. ¡Eres joven y fuerte! ¡No jodas! ¿Hace cuántos meses que no corres? Sí, sí. Todos saben que María te dejó. Que se fue de la casa. Que se llevó al niño. Que desde entonces piensas que solo tienes mala suerte. ¿Y acaso crees en eso, David? ¿Crees tú en la mala suerte?

Te prometo que hoy será un buen día. Será diferente.

Vas a ver.

Por fin. No te olvides de la música. Te hará bien trotar con ella.

¿Viste? Empezaste a correr y te saludó una muchacha. ¡Sonríe hombre, sonríe! Que van a pensar que eres un amargado y tú no eres así. Nunca lo fuiste. ¡Vamos, dale un poco de música y ritmo a tu vida!

El mar. ¿Lo hueles? ¿Sientes su brisa? Está un poco fría pero te hace bien. ¡Aprieta el paso!  ¿Ves a esa señora? Si te fijas bien, se ríe. Yo creo que hasta canta.

El cielo. Míralo bien, David. Sí. Ya sé que en Lima es gris, pero tú puedes verlo del color que te dé la gana. Tú escoges. Imagínatelo celeste y con sol y que un viento fresco te impulsa. ¿Lo sientes? No me digas que no, David, porque a mí ya me están dando tremendas ganas de salir a correr y los latidos del corazón se me están yendo a galope. Escucha los tuyos. Van cada vez más rápido como si supieran que algo bueno te espera. ¡Vamos!

Y ahora ¿qué?

Te pones a pensar en Alonso. Y, claro. Es natural que extrañes a tu hijo. ¿Cómo no vas a echarlo de menos, David? En una de esas te animas y le dices que salga a correr contigo. Ya cumplió diez años. Con seguridad le encanta la idea. ¡Salir a correr con papá! Sí. Por fin te saco una sonrisa. ¿Te lo imaginas? Tu hijo. Tu Alonso.  Trotando a tu lado. ¡Sabes cuánto te quiere! ¡Dale! No bajes el paso. Siento tu corazón ir con más fuerza. ¡Cómo se te acelera, David! ¡Ese corazón tuyo sí que palpita con furia! Te dije que hoy sería un buen día. ¡Suda! ¡Toma aire! ¡Canta! ¡Para eso llevas tu música! Nadie te escucha. Eres libre. Siente la vida. ¡Disfrútala!

¿Y entonces?

¿Cuál es tu apuro?

¿A dónde crees que vas? ¡David! ¡Ven acá! ¡Es una orden! ¿No me entiendes? ¿Qué te pasa?

¡No sé lo que piensas!

¡Sonríes!

Por fin te veo feliz.

¡Vete ya!

Lima, 22 de agosto de 2015

Comments
  1. Anonymous says:

    Me ha gustado mucho este texto; me parece que está muy bien escrito y me encanta el tema, ya que estoy completamente convencida de que cuando uno vence la pereza desde el principio del día se demuestra a sí mismo muchas cosas que hacen que todo vaya bien durante la jornada. Únicamente, no he entendido bien entre quién se produce el diálogo. Un saludooo.

    • Rossana Sala says:

      Gracias por leerlo y el comentario, El diálogo depende del lector…puede ser el mismo David. Alguien me preguntó si era el despertador quien hablaba. Yo lo pensé desde el punto de vista del escritor. Al final David toma impuso y corre feliz y el escritor le dice que se vaya dándose cuenta que perdió el dominio sobre David y que David corre feliz (ya no lo siente…solo lo ve)

  2. Norha says:

    Me costó un poco encontrar el narrador. Se me ocurre que puede ser el mismo David. Pero, algunas veces, lo interesante de un texto es que nos ponga a pensar para entenderlo. Un abrazo y sigue escribiendo.

  3. Anonymous says:

    Es lo que siento TODOS los días al levantarme – no exactamente en la madrugada! Peró no entendí quien habla. El Despertador? A veces parece que sí, otras que habla con el mismo.

    • Rossana Sala says:

      Me imagino..no es fácil aunque no haya frío cuesta. No había pensado que hablara el despertador..puede ser el mismo..David…o puede ser el escritor que conversa con él y al final David se le escapa cuando es feliz y ya no necesita del escritor… No ´se quien eres pero gracias por leer mi cuento y comentar!

  4. Anonymous says:

    Mas íntimo que otros que te he leído…pero no tan bueno…como otros que te he leído….

  5. alejandrarlb says:

    Me encantó! Qué buen “diálogo” y qué fácil sentirse identificado 🙂

    • Anonymous says:

      Gracias Ale! Quizás es un cuento para corredores o deportistas matutinos…por los comentarios no a todos les gusta o lo entienden!

  6. Anonymous says:

    Como puedo opinar consideró, y sin ofender susceptibilidades, o no me gusto o no lo entendí. Muy básico lo he sentido.

  7. Anonymous says:

    Ross, está buenísimo…me encanta leerte 🙂

  8. carmen says:

    Estas escribiendo con un estilo que me cuesta entender, lo he leido 3 veces pero creo que no lo entendí.

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