ENTRE ICHU Y MARGARITAS (Cuento corto. Junio 2019)

Posted: 7 June, 2019 in 2019
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IMG_0428Me agacho para ver qué hay allí adentro. Abro una de las dos pequeñas puertas azules. Me asomo para distinguir los objetos. Una gallina roja, margaritas amarillas, una mujer de pollera fucsia tocando el arpa, un burro de panza gris.

Aspiro un intenso olor a pintura fresca.

–¿Se lo lleva a Lima?

Pero, ¿quién habla?  ¿Dónde están la gallina roja, las margaritas amarillas, la mujer de pollera fucsia y el burro de panza gris? ¡Qué oscuridad! ¡Me falta oxígeno!

Solo queda el olor a pintura fresca.

–Abra la puertecita con confianza caballero…

Luz y aire otra vez.

–La madera es cedro –continúa la voz de un hombre–, las bisagras son de cuero y las figuras de papa hervida mezclada con yeso. Mire este trabajo tan delicado. Lo hizo mi padre, el taita  Fermín. Él es de acá, de la Pampa de la Quinua. Aprendió de sutaita a hacer retablos. De padre a hijo, de hijo a nieto. Yo también los hago, pero los de mi taita son los mejores del Perú. Se lo vendo barato no más, a ochenta solcitos.

–Y, ¿esa figura de mujer de pelo rubio y en blue jeans? No sabía que las ponían en retablos ayacuchanos.

¡Pero si hablan de mí! ¿Cómo he llegado acá adentro?  ¡Y ahora me levantan! ¿Será el mate de coca? ¿El mal de altura?

–¿Qué raro? Mi taita Fermín debe haberse modernizado. Nunca había hecho un trabajo como este.

–Déjeme ver.

¡Auxilio! ¡Que la cola del burro me aguante y que no me vaya al piso! ¿Qué hago metida en un retablo? ¡La gallina roja no me quita sus ojitos saltones de encima!

–Mire maestro, ese taitasuyo sí que sabe de arte. Dependiendo del punto de vista, la mujer de blue jeans tiene cara de susto y desde otros ángulos parece que me sonríe. Es tan linda. ¿Es Art Nouveau? La modernidad combinada con el arte popular, lo tradicional…

–Sí claro, eso. ¿Lo va a comprar?

–¿En cuánto me lo deja?

¡Y ahora piensa que está caro! Voy a arruinarle la venta al artista.

–Tiene un sonido extraño adentro. Parece que algo está suelto, maestro.

¡No lo zamaqueen por favor que me golpeo con el arpa!

–¿Y esa mujer? ¿Qué hace allí tirada en el suelo? ¿De dónde salió? ¿La ayudo a levantarse señorita? Se parece a la del retablo de mi taita

–¡Qué belleza! –dice el turista.

–Gracias –le digo al vendedor–. Le compro el que tiene en las manos el caballero.

–Es muy caro, especial, cuesta ciento veinte soles. Una nueva tendencia internacional.

–¿Qué? ¡Le subió el precio! –se queja el turista.

–¿Me permite verlo de cerca? –pido.

Y efectivamente, allí, dentro de la caja de puertas azules, estaba la mujer de pollera fucsia acompañada por margaritas (y por su puesto por la gallina de ojos saltones) y, bien montada sobre el burro de panza gris, estaba yo.

–Me encanta. Le doy lo que usted quiera por este retablo –dijo el hombre mirándome al pagar y sujetando con fuerza la obra de arte.

Y yo aquí, sentada en la Pampa de la Quinua, bajo el sol, entre el ichu y margaritas, escucho la melodía de las quenas que transporta el frío viento, mientras veo al turista observar su nuevo retablo y abrir con cuidado sus puertecitas.

¿Debería sonreír?

 

 

Rossana Sala

Junio 2019

Comments
  1. Emilio Uquillas Freire says:

    Lindo cuento Rossana!!! Felicitaciones!!

  2. […] ENTRE ICHU Y MARGARITAS (Cuento corto. Junio 2019) […]

  3. Nelson Zuluaica says:

    Excelente incursión en la narrativa surrealista. Te felicito. Gracias, Rossana, por tu aporte al maravilloso universo de las palabras.

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